La falta de luminosidad de la piel después del verano, las temperaturas bajas y el paso del tiempo hacen que la piel de la cara pierda su textura y brillo.
Las infiltraciones con ácido hialurónico no reticulado y oligoelementos (vitaminas, aminoácidos, minerales, coenzimas, antioxidantes…) pueden compensar estos síntomas aportando hidratación profunda y redensificación, alisado de arrugas finas y reafirmación de la piel, mejora de la textura y luminosidad inmediata.
